Tom Walker es un escocés criado en Manchester que ahora anda por Londres. Las dos primeras referencias geográficas son evidentemente muy importantes por las connotaciones musicales que tienen. A ellas hay que sumar que creció escuchando la abultada colección de discos de su padre, lo que forjó su oído, sus influencias y sus gustos. Así las cosas, la música siempre ha sido algo fundamental en su vida y además sus circunstancias personales le han proporcionado una visión general y muy abierta de la misma, algo que se refleja en sus canciones. Tom Walker trabaja sobre la base del folk y esa tradicional manera que arrastra este género de relatar sentimientos, sensaciones, visiones del mundo… pero a esta herramienta Walker le añade una serie de condimentos que enriquecen extraordinariamente su sonido. Como trabaja con la mente muy abierta, parte con una gran variedad de posibilidades, y así nos encontramos con ecos que van desde el indie hasta el hip hop, pasando por el soul con algo de electrónica. Un abanico múltiple y colorido.
Por
eso se dice que este cantante escribe con el corazon, no con la cabeza